jueves, septiembre 8

SÍ, EXISTEN DENUNCIAS FALSAS POR MALTRATO

Otra vez, como todos los años, al conocer los datos de la fiscalía sobre violencia de género y denuncias falsas se vuelve a la carga tratando de imponer una mentira y se dice que solo el 0,01% del total de las presentadas han sido denuncias falsas, que son el número de condenas producidas por este delito. 

De cada millón aproximadamente de denuncias por maltrato que se presentan en todas las comisarías y cuarteles de España, unas 700.000 aproximadamente son archivadas. ¿Por qué se ignora este dato? ¿Para cuándo un periodista riguroso buceará en ellos y sacará a la luz la manipulación existente en estos datos? Este es un asunto complicado porque en cuanto lo comentas te llueven los insultos y las descalificaciones, sin atender a los argumentos ni preocuparse de conocer los datos reales y no los parciales que interesadamente se difunden.

Es cierto que solo el 0,01% de mujeres han sido condenadas por denuncia falsa, como lo es que solo en el 0,01% de las denuncias archivadas, de esas 70 de cada 100 aproximadamente, el juez lo hace con el libre sobreseimiento del denunciado y no con el archivo provisional, con la diferencia de que el archivo libre permite al acusado de maltrato revertir la acción jurídica contra quien lo denuncia acusando a su vez por denuncia falsa, y el archivo provisional impide esa actuación. 

Entre esas cientos de miles de denuncias archivadas provisionalmente sin declaración de responsabilidad hay muchos maltratadores que se aprovechan de que el sistema es solo una pantomima, de cara a la galería, sin que tenga el mínimo sustento de investigación policial ni rigor judicial, pero hay también bastantes más denuncias falsas que ese 0,01%, con lo que mantener esta ficción hace el caldo gordo a todos los delincuentes, los unos, que maltratan a su pareja y que no deberían quedar sin castigo, y las otras, que aprovechan una ley para usarla falsamente contra su pareja. 

En privado, jueces, fiscales, policías y abogados te dicen que claro que hay muchas más denuncias falsas que las que se condenan; y que hay quienes ante el inicio de un proceso de separación ya aconsejan presentar denuncia contra la pareja, pero decirlo públicamente es un anatema, imposible, no se puede contradecir a la verdad impuesta con datos manipulados porque es políticamente incorrecto y serás lapidado por la opinión publica desinformada.

Que los jueces no quieren verse en el ojo del huracán mediático si decretan el libre archivo de alguien que luego atente contra su pareja parece la única razón para que en muy contadas ocasiones lo hagan así, y que recurran muy habitualmente al archivo provisional de la causa, que siempre permite alegar que no había razones bastantes para investigar pero no se decretó la inocencia del denunciado.

Es como si se dice que solo se computen como hechos delictivos no los que se denuncian que se cometen, sino aquellos en los que se haya identificado al autor de los hechos. Es una vergüenza esa manipulación de los datos y que la Fiscalía General del Estado los facilité así, sin señalar el número total de denuncias presentadas y el de las archivadas, porque de hacerlo así dejaría en evidencia que el sistema es ineficaz, que no se investiga ni una sola denuncia (sí, una vez, la que hubo contra Juan Fernando López Aguilar y por una utilización política de la Policía y resultó absuelto), y que tras los discursos de los responsables políticos y judiciales existe todo un océano de denuncias que dejan en evidencia dos cosas: a) que hay un uso masivo de la denuncia falsa en procesos de separación, o b) que hay cientos de miles de maltratadores terroristas para su pareja que quedan impunes por falta de actuación policial y judicial. O la suma de ambas cosas a la vez. Como mentir y manipular los datos, la verdad a medias y la mentira no tiene ningún coste político ni profesional entre funcionarios de las altas instancias del Estado, mejor mantener lo políticamente correcto aunque sea con una verdad a medias que en muchos casos, y en este más, es la peor mentira.

Se necesita una organización adecuada, como una Comisaría General contra la Violencia de Género (sería la sexta, sumada a las cinco existentes de Judicial, Información, Seguridad Ciudadana, Científica, Extranjería y Fronteras),  la dotación de personal y medios suficientes y un protocolo que conlleve la investigación entre familiares, amigos, vecinos, hijos, etc. ante cualquier denuncia, lo que produciría dos efectos inmediatos muy importantes: de una parte, que muchos terroristas domésticos, gente tan merecedora de desprecio no quedarían impunes, y de otra, que se reducirían el número de denuncias falsas, muchas de ellas aconsejadas por abogados que tramitan procesos de separación sin acuerdo, que también son moralmente despreciables por cuanto supone imputar falsamente un delito que conlleva la detención inmediata del acusado inocente. 

En cómo abordamos este problema también somos una democracia de muy baja calidad.