Hace ya muchos meses, más de un año, escribiendo sobre corrupción en España en el carné x puntos hicimos alguna alusión a la Casa Real, y uno o dos meses después, al hilo de otro comentario sobre la falta de regulación que facilitaba las prácticas corruptas, nos referimos a Urdangarín sin tener ni idea de lo que iba a pasar dos años después. Un mando policial "amigo" de la Casa Real (lo del entrecomillado es porque, como todo el mundo sabe, lo reyes no tienen amigos) comentó con otro mando con el que tengo relación, que teníamos que medir lo que se escribía sobre la Corona y su familia. No recibimos ni amenazas, ni presiones, ni nada por el estilo, porque quien me lo transmitió lo hizo alabando la valentía del SUP y diciendo que pocas personas en España escribirían esas cosas de la Casa Real o de sus miembros. Después nos hemos referido en más de una ocasión al rey de España, al de Marruecos, a Rubalcaba como "hombre del rey" y todo ello ejerciendo la libertad de expresión que consagra la Constitución. En el contexto de la situación de corrupción generalizada existente en España, y en una de las últimas ocasiones, incluso dijimos que el rey es de las pocas personas que podía encabezar la revolución social que se precisa en este país para acabar con la lacra de la corrupción. La situación económica que atravesamos y la incapacidad de los poderes públicos, la justicia y la Policía de combatir la corrupción son una bomba de relojería. Si a eso añadimos la estrategia policial de presión indiscriminada de realizar identificaciones masivas, que se dirigen principalmente a dos colectivos: jóvenes e inmigrantes (que dan un resultado del que hablaremos en próximos días en el carné x puntos de marzo), creando una sensanción de opresión y rabia contra las fuerzas de seguridad, en este país estamos jugando a la ruleta rusa. Imaginen un pais con más de cinco millones de parados, el 45% jóvenes, a los que la Policía identifica sistemáticamente (hasta llegar, la suma de identificaciones de todos los Cuerpos, estatales, autonómicas y locales a 10 millones de identificados), y que oponer resistencia en el sentido de negarse a la identificación, o ser cacheado y portar un poco de hatchis es sancionado con entre 100 y 400 euros cuando, en el mejor de los casos, aquellos que trabajen ganan 700-80€/mes y la mayoría están en el paro, mientras se conocen a diario casos de corrupción en ayuntamientos, comunidades, cajas bancarias etc. A esos jóvenes háblenles del espíritu de la Constitución y esperen sentados a que la explosión social se produzca.