martes, junio 28

ELECCIONES Y DEMOCRACIA

PREÁMBULO.
La democracia es un conjunto de normas que consagran derechos de la ciudadanía como contrapoder a los que ejercen el poder; mecanismos de control y transparencia, de participación en la gestión de lo público, la libertad de opinar como se quiera, de poder expresarlo, de crear partidos políticos y concurrir a procesos electorales. Todo eso es democracia y no solo ejercer el voto. Asunto posterior es la ley electoral que se aplique, si es proporcional por provincias y los diputados después eligen al presidente, o de segunda vuelta, con elección directa por los votantes del presidente, que ambas formas existen en democracias consolidadas.

El sistema de listas abiertas o cerradas, en España cerradas, determina el mayor o menor poder de la cúpula de los partidos sobre sus diputados, y en el caso de España, al ser cerradas, un diputado puede hacer una buenísima labor y hacer todo aquello que comprometió en campaña pero si discrepa de los líderes de su partido es eliminado de la lista y desaparece de la vida política. En España el que discrepa en su partido es "fusilado" o no obtiene nunca cargos importantes, quizás porque nuestro nivel de entendimiento político es muy bajo, porque acabamos de ver en el Reino Unido cómo líderes del mismo partido competían unos a favor y otros en contra del Brexit, y ocurría en el partido conservador y en el laborista. Aquí los discrepantes respecto de la política oficial que emana de las cúpulas políticas van siendo arrinconados cuando no directamente expulsados. Y hay ejemplos de ello en todos los partidos.

ELECCIONES Y RESULTADO.

PP.
Contra todo lo señalado por las encuestas y por las previas realizadas a la salida de los colegios electorales, el PP ha incrementado en 700.000 votos sus resultados y ha ganado 14 diputados. Y no se puede insultar a ocho millones de votantes. Una campaña bien orquestada, de polarización con UP les ha llevado votos de miedo por temor a los comunistas, que para algunas personas siguen siendo los que quieren acabar con España,las pensiones y los ahorros de la clase media, y el Brexit británico no hizo sino incrementar esa sensación de incertidumbre, confirmando para esas personas que en tiempos de dudas no debe hacerse mudanza. Ha recuperado votos de Cs y ha llevado a las urnas a abstencionistas que quieren la seguridad de lo conocido, seguridad y estabilidad que consideran un valor superior a la corrupción o a que se esté vaciando la hucha de las pensiones, a un futuro incierto con un movimiento social como UP al que temen.
La base esencial de la democracia es respetar al que piensa distinto, combatir sus ideas con argumentos pero no con insultos y descalificaciones. Por eso yo, que no he votado nunca ni votaré al PP ni a ningún partido de derecha porque no comparto su modelo de sociedad, considero impropio de una democracia los insultos y descalificaciones contra más de siete millones de ciudadanos libres que han ejercido su derecho como les da la gana. Y como soy andaluz conozco bien eso de quienes quieren decirnos siempre que nos hemos equivocado votando lo que nos da la gana con el presunto "voto cautivo", que solo existe en sus mentes acostumbradas a comprar y vender todo lo que es posible, incluso la dignidad de la gente.
La condición humana tiene poco que ver con las ideas políticas, y conozco a personas decentes, dignas y de las que te puedes fiar en cualquier ideología, en la derecha y en la izquierda, y miserables corruptos, también. El PP representa a la derecha, a la gente de ley y orden en su acepción conservadora, heredera del franquismo sociológico, dicho sin ánimo peyorativo, y el riesgo de que los comunistas de UP pudieran no ya superar al PSOE sino ganar las elecciones ha movilizado su voto. Y ese voto que nunca compartiré es tan legítimo como el ejercido por mi. O se acepta esto o estamos en la España del garrotazo y las trincheras y no en la sociedad moderna que debate argumentos.

PSOE
El PSOE, obteniendo el peor resultado de su historia (que había sido el anterior), parece feliz con 85 diputados. Su disputa parecía más para mantenerse como primer partido de la izquierda (o centro izquierda) que con ganar las elecciones. El PSOE no puede seguir entre dos aguas, como lleva años, y debe aclarar sus ideas y su programa. Si su línea la marca Felipe González y algunos barones/a entonces está perdido para la izquierda. Están más cerca del PP que de la socialdemocracia europea. Andalucía es un buen ejemplo de ineficacia porque tras 37 años de gobiernos socialista, de los que 21 han coincidido con gobiernos centrales también socialistas, seguimos estando como la comunidad autónoma con más paro, pobreza y desigualdad de España. Diez puntos más de paro que la media española. Y eso lleva a pensar que, 1), o no se ha hecho política socialista que acabe con la desigualdad y la miseria o 2), que esas políticas, si se han hecho, no sirven para producir esos cambios en la sociedad. Y que hoy sigan los políticos socialistas en Andalucía hablando de moderación, de España y de cambio no debe ser ajeno al resultado de las elecciones del pasado día 26J, en las que el PP ganó dos diputados (pasando de 21 a 23), mientras el PSOE pierde dos (pasando de 22 a 20). Porque para elegir entre dos que dan el mismo discurso de España, moderación y cambio tras 37 años del mismo partido en el Gobierno la gente prefiere al moderado original, que es el PP. ¿Cuántos años necesita el socialismo, la socialdemocracia, para que la tasa de paro en Andalucía sea como la media de España, y la tasa de pobreza y desigualdad también, un siglo, dos? 

Mención aparte merecen las disputas de barones/a por el poder. Pedro Sánchez no es el líder carismático que necesita el PSOE para recuperar los votos perdidos, pero quienes han estado poniéndole palos en la  rueda desde el minuto uno solo por eso están descalificados, por colocar su interés y ambición personal por encima de los intereses del partido y del país.

UP 
A estas alturas debe haber gente mayor, de esa que conoce desde toda su vida la historia pensando si por fin, siglo y medio después, los comunistas y los socialdemócratas han podido acudir unidos a unas elecciones con un proyecto común de modelo de sociedad. Porque la historia dice que son incompatibles. Y mientras Pablo Iglesias defendía lo que es ser socialdemócrata en un programa de TV, Julio Anguita, presentado como el gran muñidor o al menos impulsor del acuerdo Izquierda Unidad - Podemos, defendía ese mismo día el régimen político comunista de Cuba considerando que es una democracia. Muchos comunistas no han comparecido en estas elecciones porque nunca votarán a un socialdemócrata, y es posible que otros socialistas no hayan acudido por considerar que había excesivo protagonismo comunista.

Pedir el voto en Cataluña defendiendo el derecho a decidir, aunque para votar en contra y mantenernos unidos en un estado plurinacional como decía UP (sin explicar la fórmula legal elegida, ni si eso abre una situación de más referéndums en otros territorios, ni del derecho de aquellos a los que se priva del derecho a decidir sobre su Estado-nación), produce buenos resultados electorales en Cataluña pero lastra gravemente la posibilidad de crecimiento en otros territorios, por ejemplo, Andalucía, con más paro, pobreza y desigualdad que Cataluña. La izquierda moderna reniega de aquella vieja internacionalista y se deja llevar por cantos de sirena de derechos territoriales que emiten las élites de cada región, que quieren todo el poder y el control sobre su tierra y sus gentes. 

Ocurre lo mismo en el País Vasco (las dos comunidades autónomas en las que UP ha sido el partido más votado), donde seguro que por una mayoría social se entienden bien las explicaciones sobre las razones históricas y políticas que dieron lugar al nacimiento de ETA contra la dictadura (aunque 90 de cada 100 asesinados lo fueron en democracia), y la petición de acercamiento de sus presos y posterior reinserción, pero han faltado muchos comentarios hacia las víctimas, cientos de miles entre asesinados y familia, que no pueden acercar a los suyos porque están en un cementerio. Eso puede dar votos allí pero los resta en otros territorios.

El cielo no se alcanza por consenso sino por asalto, dijo Pablo Iglesias en expresión afortunada según mi opinión, pero en esta campaña electoral parece que se ha cambiado el asalto por la sonrisa, y dudo mucho que quienes están contra el sistema corrupto creado por la Casta política hartos de corrupción, y que van a votar con la rabia de los indignados puesta de manifiesto el 15M de hace ya más de cinco años, hayan cambiado de la rabia que moviliza a la sonrisa. No es con una sonrisa con lo que hay que votar porque todo sigue igual. Nada ha cambiado. sigue habiendo corrupción y muchas cosas por hacer. Recuerdo hace muchos años que coincidí con un comisario en la puerta del Ministerio de Interior, él salia y yo entraba; un comisario que llevaba años descontento diciendo que la Policía era un desastre. Llegó el PSOE y él obtuvo un buen puesto. Le dije que no sabía si saldría de allí con una declaración de conflicto colectivo bajo el brazo y se sorprendió, preguntándome si tan mal están las cosas. Le respondí que exactamente igual que los últimos años según lo que él decía hasta hacía dos meses, cuando lo ascendieron, y que el que él estuviera ahora en un buen cargo no había cambiado nada la situación de la Policía sino la suya propia. Cuando se cambia la perspectiva se cambia el análisis, y eso debe tenerlo en cuenta Unidos Podemos si no quiere volver a equivocarse.

Hay que volver a los orígenes del 15M, denunciar la Casta corrupta que sigue existiendo y ser de verdad un partido transversal, respetando a los socialistas y a los comunistas y planteando soluciones para la situación del país, para acabar con la pobreza, el paro, la desigualdad y una parte del trabajo se haría combatiendo la evasión fiscal y la corrupción, verdaderas lacras de este país. 

Si Podemos no existiera habría que crearlo, pero no puede equivocarse más porque todo el aparato del Estado y sus cloacas corruptas, más otra gente muy poderosa que se mueve bien en esas estructuras podridas, aprovecharán para acabar con la única fuerza política que cuestiona de raíz la actual situación de podredumbre y desigualdad. 

Cs
Este partido de centro es el segundo perdedor después de UP. Una indefinición ideológica propia de quien quiere ser de centro, excesivos ataques al PP, del que venían parte de sus votantes, el veto a Rajoy y el pacto con el PSOE no parecen haberle aportado más votos sino menos. A pesar de bajar ocho diputados el porcentaje de votos es parecido al de las elecciones del 20D por lo que parece que seguirá siendo bisagra en los próximos años, muy importante cuando sus votos sean necesarios e irrelevantes en otros momentos.

Resumiendo, que si el PSOE y UP no hacen los deberes tenemos gobierno de derechas para rato, y que si no encuentran el rumbo adecuado dentro de cuatro años el PP volverá a ganar y estará cerca de la mayoría absoluta. Ese es el reto de unos y otros, los unos por defender el poder y los otros por conseguirlo.