Se llama Ignacio Cosidó, es director general de la Policía y fue diputado del PP y portavoz de Interior la pasada legislatura. Como he dicho muchas veces que es el peor director general conocido desde que llegó la democracia, y le he tildado de políticamente cobarde y moralmente miserable, solo queda reiterar que me mantengo en lo que pienso de él.
Hoy se han celebrado dos plenos extraordinarios del Consejo de Policía. El primero, para tratar la Declaración de Conflicto Colectivo de Trabajo declarado por el SUP el 6 de mayo de 2014, rechazando la ley de Personal y también por los acontecimientos del 22M (con 67 compañeros heridos), entre otros asuntos. Hubo un tiempo en que el PP despreciaba esta declaración y se negaba a convocar el pleno del Consejo. Así, siendo Mariano Rajoy ministro de Interior ocurrió que, tras una declaración de conflicto colectivo de todos los sindicatos, en la que en primera instancia nos negaron la justicia que pedíamos, y al plantear el recurso a la instancia superior, Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional, los demás sindicatos consideraron que ya habían cumplido y se borraron del recurso, que mantuvo y ganó el SUP en solitario, como tantas veces. Por eso esta convocatoria de pleno extraordinario para debatir sobre nuestros derechos es por lo que hizo el SUP.
Se inicia el pleno y se produce una extensa y detallada intervención de la secretaria general y portavoz del sindicato en el Consejo, en la que, además de dar lectura al documento de declaración de conflicto, se extendió en otros razonamientos que venían a desarrollar dicho documento, y esta extensión explicativa sirvió de excusa para que, nada más acabar, el vocal de la UFP, Verdugo, pidiera la palabra para decir que él, sin saber lo que opinaban los otros dos miembros vocales de su sindicato presentes, abandonaba el pleno, porque lo dicho por la portavoz del SUP no era el contenido literal de la declaración de conflicto colectivo presentada. Inmediatamente después abandonó la reunión siendo seguido por los otros dos vocales de UFP, Virgilio y Dueñas.
El director general de la Policía respondió a la intervención del SUP con sus mensajes mezquinos y subliminales habituales, deslizando cosas como, por ejemplo, que ha habido más diálogo que nunca, que se han aceptado muchas enmiendas presentadas por el SUP, o que no entiende que ahora digamos que no si cuando presentó este proyecto el PSOE en el año 2010 dijimos que sí, y que entonces tampoco se contemplaba el derecho de afiliación a sindicatos de clase ni el ingreso solo por la escala básica. No olvidaba, sino que mentía a sabiendas Cosidó, porque cuando se ha declarado el presente conflicto colectivo se habían eliminado del borrador dos asuntos que sí figuraban en aquel de 2010 y que eran muy importantes para la inmensa mayoría del colectivo, siendo estos la "jubilación a la carta", poder permanecer en Activo hasta la edad que se considere oportuno con el limite de los 65 años (que han vuelto a incluir tras la declaración de conflicto), y la creación de una categoría de subinspector jefe, honorifica y como culminación de carrera profesional para quienes habiendo ingresado por la escala básica acaban en la de subinspección, sin cambio de destino ni distintas competencias sino sumando un punto mas de nivel a la categoría, y sin que sea de paso obligado para ascender (como introdujo Cosidó en el borrador que motivó la presentación del conflicto colectivo), porque ello solo conseguiría retrasar y dificultar las posibilidades de ascenso de quienes han ingresado por la escala básica.
Acabada la perorata de Cosidó ningún responsable sindical quiso hacer uso de la palabra para apoyar el conflicto colectivo, ni Cosidó planteó que se definieran ante el mismo, ni tampoco sometió a votación tal petición (quizás para evitar que algunos se "retrataran").
Concluido el pleno de la Declaración de Conflicto planteada por el SUP una hora después de su comienzo (de 9,30 a 10,30) se hizo un receso y a las 11 comenzamos el segundo pleno del Consejo para informar la ley de Personal, al que asistieron como invitados los secretarios generales de CEP y UFP (que no son vocales del Consejo), Antonio Labrado y Víctor Duque respectivamente.
Nuevamente abrió el fuego la secretaria general del SUP exponiendo artículo por artículo y enmienda a enmienda todas y cada una de las razones por las que íbamos a decir que no al texto (que son muchas y muy razonadas), y que aquí no expongo porque supondrían decenas de páginas, entre las que se encuentran las antes citadas de prohibir la afiliación a sindicatos de clase, (derecho que tienen las policías locales y autonómicas de España y todas las policías estatales europeas -y si nos permiten estar afiliados a partidos políticos ¿Por qué no a sindicatos?-), y no aceptar el ingreso solo por la escala básica, a lo que se suma haber añadido además graves retrocesos como la obligación de residir en la plantilla de destino (que en las grandes ciudades es imposible y deja a todos en manos de la voluntad del jefe de turno de expedientar), o el cambio de nombre a Policía Nacional, entre otros muchos que el SUP no comparte. Al acabar la secretaria general me cedió la palabra para que, como secretario general que era en 2010, respondiera a la acusación subliminal hecha por Cosidó de que en 2010 apoyamos lo que ahora dejamos de apoyar.
Expuse que en el año 2010 había un Gobierno en minoría, no como el actual con mayoría absoluta, y que por los acuerdos alcanzados con el grupo parlamentario popular y personalmente con Cosidó, más los apoyos a algunas de nuestras demandas de los portavoces de PNV, IU y UPyD confiábamos en que la ley mantendría la parte positiva (antes señalada de "jubilación a la carta" y categoría honorifica de subinspectores) y podría mejorar en aquellos aspectos negativos sobre los que no se habían aceptado nuestras enmiendas. Expuse que quien había cambiado no era el SUP, que mantenía las mismas propuestas, sino Cosidó, que decía una cosa en la oposición y hace la contraria desde la Dirección General de la Policía. Que hay que aplicar distinta estrategia de negociación ante un Gobierno en minoría que ante uno con mayoría absoluta no sería necesario explicarlo salvo a párvulos, pues mientras el primero necesita pactar con otros grupos parlamentarios el segundo puede aprobar la ley con sus solos votos, pero parece que Cosidó y otros sindicatos no lo acaban de "pillar". Para acabar señalé que lo del diálogo se practica con hechos y no con palabras, porque hemos visto que una condena por falta se sancionaba con 20 días de suspensión y dos condenas por delito con cinco días cada una.
El secretario general de CEP expuso a continuación los muchos errores y graves deficiencias de la ley, y cuando creíamos que iba a decir que no la apoyaba, en coherencia con su alegato, dijo que sí, porque era una ley muy necesaria. Hombre, si es tan mala, mejor aplicar lo de "virgencita, que me quede como estoy"; pero es que además pidió al director general el compromiso de defender el texto según estaba en el Consejo de Policía y a la vez dijo que llevarían sus enmiendas a las muchas deficiencias que había visto a los grupos parlamentarios. Ata ese perro con longaniza. Vamos a presentar enmiendas a los grupos parlamentarios contra esta norma pero pido al director general que no acepte cambios. Se le olvida el detalle de la mayoría absoluta de este Gobierno, que precisa de una estrategia distinta a la de un gobierno en minoría. Si comparamos el texto aprobado hoy con el que se presentó en 2010 y al que dijeron que no llegaríamos a conclusiones como que el interés de los policías importa menos que apoyar o no apoyar un proyecto de ley dependiendo exclusivamente del color político del partido que está en el Gobierno. Se dijo que no a uno que era menos malo que el actual, al que se dice que sí.
El secretario general de UFP hizo más o menos lo mismo, criticó duramente la ley pero dijo que confiaba en la palabra de Cosidó y que votaban que sí. Vale el mismo razonamiento que al anterior.
Por el SPP intervino el portavoz de la escala superior, que nos hizo creer a todos que iban a votar que sí, y después su presidente nacional, quien al final de un tedioso y lento alegato dijo que no, alegando que la ley era mejorable, que había que hacer una Escuela policial con estudios homologados y manifestando que se perdía una oportunidad con esta ley de modernizar la Policía. Pero este "no" significaba que si la primera vez que Cosidó llevó el borrador de la ley al Consejo obtuvo 6 votos en contra y 10 a favor de los vocales de la parte social, ahora, su gran capacidad de diálogo y negociación ha conseguido empatar a 8 entre los que votan a favor y los que están en contra (SUP+SPP= 8; CEP+UFP= 8). Gran logro de Cosidó y su mano derecha negociadora, el subdirector de Recursos Humanos.
Cosidó tomó la palabra y respondió a algunas de las cuestiones planteadas por los portavoces, señalando que lo que había dicho el SUP era poco importante, que se habían aceptado muchas enmiendas y que nos pedía más responsabilidad. Siguió señalando que no quería debatir sobre asuntos particulares (en referencia a la alusión al expediente disciplinario) que él había dado muestras de diálogo, y que el régimen disciplinario es lo mismo para todos, y nadie, por importante que sea, se puede creer eximido del mismo, rematando conque los tribunales hasta ahora le han dado la razón en los expedientes. Siguió una larga perorata agradeciendo el apoyo de CEP y UFP.
La secretaria general volvió a pedir la palabra para decirle al director general que todo lo expuesto por el SUP era importante, y que si era reiterativo es porque habían copiado del proyecto de 2012 todo lo negativo, así como que la responsabilidad es mas exigible a la administración que al SUP, que ha dado sobradas muestras de tenerla. A continuación me cedió de nuevo la palabra para responder a los asuntos "particulares" que decía Cosidó.
Le expuse que hacia unas semanas, en un digital, se había publicado exactamente lo mismo que él acababa de decir y que también un sindicato había emitido una circular, y que no sabía yo si el director había tomado de ahí su información y por ello su error, o es que desde la dirección general habían intoxicado al medio de información y al sindicato. Le aclaré que respecto a los 3 expedientes disciplinarios, son otras tantas medallas que sumar a los 8 anteriores y a 46 querellas, y que existe un recurso por la vía extraordinaria de protección de los derechos fundamentales, que no se ha ganado en primera instancia pero que está recurrido, recordándole lo que pasó con el recurso que ha obligado a convocar este pleno del Consejo de Policía; le expuse que además las tres sanciones están recurridas por la vía contenciosa administrativa y que confiaba en ganarlas, esperando que de otras materias de interés le informen mejor. Le expuse que la condena por falta ni siquiera dice régimen disciplinario que sea obligatorio abrir expediente, sino que lo condiciona al daño que se haga a la institución, y que aquí se sanciona una falta sin trascendencia para la institución con 20 días, y dos delitos de un comisario con trascendencia pública y daño a la imagen corporativa (bebido, a la fuga, con daños a otro vehículo y noticia en diversos medios locales) se sanciona con cinco días cada uno; para acabar añadiendo que eso que había dicho Cosidó del régimen disciplinario sabemos los que estamos allí que es falso, porque solo hay que ver el trato que reciben los hijos de algunos mandos y cómo se actúa para que no les abran expediente (preparando el terreno para hablarle al subdirector de Recursos Humanos de un Oficial de Policía, D.R., y sus "incidentes" sobre los que ni se ha abierto expediente disciplinario por ser hijo de quien es).
El subdirector de Recursos Humanos, Antonio Rodríguez (el que "muerde con la boca cerrá") pidió la palabra para decir que se trataba de dos condenas por delitos de tráfico que existía el acuerdo de aplicar la mínima sanción si no había trascendencia ni perjuicio para la imagen, y de una condena por una falta de injurias que era por reiteración en la tozudez de mantener una noticia de prensa que no era exactamente así...en ese momento levante la mano para responder y Cosidó cortó el turno de palabra de su subdirector y me negó a mí que pudiera explicarle que él, como el director, seguían mintiendo y además es documentalmente demostrable.
Y como allí no ser pudo concluir el debate, lo acabo aquí. La información a la que se refiere el subdirector que dice que difundió el sindicato tozudamente es del diario EL MUNDO, nunca fue desmentida, y se refiere a la actuación de Asuntos Internos contra el actual comisario general de Policía Judicial, antes jefe de la División de Formación, José Santiago Sánchez Aparicio, quien, siendo responsable del DNI, tuvo que someterse a una investigación en la que lo acusaban de acudir a una reunión con una empresa privada con un maletín y miles de fichas del DNI. La condena no es por la veracidad o no de dicha noticia sino porque, según el juez, no venía a cuento referirla en una circular donde lo denunciábamos por sus medidas contra las libertades y derechos de los compañeros/as alumnos de Ávila y era una condena casi simbólica, una multa de 60€. Si Cosidó hubiera permitido el debate (lo cerró diciendo que no quería debatir asuntos personales) yo me habría ahorrado este escrito. Aunque bien pensado, si esto mismo lo digo allí solo se habrían enterado los que estaban presentes y en cambio el afán de Cosidó de no escuchar lo que no sea de su agrado me ha permitido exponerlo aquí y así tendrá mayor difusión entre miembros del sindicato, del Cuerpo Nacional de Policía y de la ciudadanía.