Me he decidido a escribir esto porque un compañero que entraba hoy a mediodía
de servicio en un Z (Juan) me ha enviado un whatssapp diciendo que, conocida su
amistad conmigo, hoy le han preguntado los compañeros por mis tuits de ayer
cuestionando lo que escribí. Y me ha parecido oportuno repetirlo aquí y
reiterar lo escrito desde la cruz a la raya.
En el atentado de Francia aparece una imagen en la que se ve a un policía en
el suelo, herido, que cuando se acerca su asesino levanta las manos al tiempo
que este le dispara en la cabeza. Este es el vídeo:
Comentando las circunstancias del atentado en twitter y los protocolos de
actuación, expuse que lo visto había que analizarlo desde distintas
posibilidades:
a) Que el policía herido no llevara arma o que se le
hubiese caído lejos de su alcance tras ser herido, en cuyo caso no había nada
que decir, había sido abatido y no tenía capacidad de respuesta ni de defensa.
b) Que el policía herido llevara el arma encima aun
estando herido, en cuyo caso lo que sería exigible a un profesional es que
hubiera hecho uso del arma en vez de levantar las manos.
¿Alguien duda que esto deba ser así? ¿Alguien entiende que se pueda
considerar la mejor forma de actuar, teniendo un arma, sea levantar las manos en señal
de rendición ante dos terroristas que ya han asesinado a varias personas?
Hablando en términos de protocolos de actuación profesional no parece que
haya dudas, pero sin embargo, algunas personas (alguno/a al parecer miembro del
CNP) consideró que el comentario era improcedente y que en cualquier caso, el
policía era un héroe. Esto de tener una posición predeterminada y nada crítica,
donde pase lo que pase y se haga lo que se haga no cabe exponer comentarios
distintos a la verdad oficial es cada día más habitual en la red. Y en la
Policía. Y en algún sindicato. Supongo que en las academias de formación policiales
se aprovechará ese vídeo para exponer lo mismo que dije en twitter y que digo
aquí, porque es lo único razonable en términos de profesionalidad y protocolo de
actuación. Si no puedes responder y estas herido nadie va a decir a un policía
como debe reaccionar, pero si estas herido y tienes un arma a mano frente a
terroristas, en esa situación concreta, espero que no haya ningún instructor en
ninguna academia que diga que se levanten las manos, porque eso no es cumplir
con el deber de proteger a la ciudadanía, ese deber que unos juran y otros
prometen y que debe cumplirse en todo momento y en cualquier circunstancia.
Si partimos de que el policía iba desarmado o perdió su arma al ser abatido
no hay nada que decir, una víctima con todos los honores, pero si tenía el
arma, una víctima con los mismos honores aunque su muerte debe ser aprovechada
para que nunca más nadie cometa el error de creer que un terrorista va a dejar
pasar la oportunidad de asesinar a un policía.
Pero no se había cerrado este debate y aparece otro, sobre la conveniencia
o no de realizar el asalto simultáneamente en los dos locales donde se
encontraban rodeados los terroristas. Antes de saber nada ya mostré mis dudas,
pues hasta donde sé (poco) me consta que antes de iniciar un asalto se agotan
todas las posibilidades, y que el momento de hacerlo se elige concienzudamente,
no entendiendo como en dos locales tan distintos en su estructura, en dos
secuestros distintos (en uno dos terroristas sin rehenes, en otro uno con varios rehenes), puede
coincidir el momento exacto de realizar el asalto para hacerlo simultáneamente.
Después se hicieron públicas estas imágenes http://t.co/7BE7a8asmG
y mis dudas crecieron.
Un asalto con ensalada de disparos a un terrorista que llega hasta la misma
puerta donde es abatido y segundos después salen decenas de rehenes del interior del local donde se han dirigido dichos disparos no es lo
que yo conozco que hacen nuestros GEOs (los mejores del mundo con los peores
medios y peor tratados). Hay quien dice que los terroristas estaban en contacto
entre ellos y que iniciar el asalto a uno provocaba la reacción de los otros; en
este caso como en cualquier otro lo primero y principal es garantizar la
integridad de todos o la mayoría de los rehenes, y si fuera preciso, aislar las
comunicaciones de uno o los dos lugares de secuestro usando inhibidores, para
que solo reciban del exterior las comunicaciones que interesen a la Policía, así
como controlar la luz, el agua y todo lo necesario, ya sea para negociar o para
realizar un asalto en el momento más favorable, que puede ser de noche, sin luz, con visores nocturnos que dan ventaja a
los policías sobre los secuestradores. Y si hay riesgo de que al cortar la luz
el secuestrador dispare sobre los rehenes se simultanea la oscuridad repentina con
el inicio del asalto. En fin, cosas que he oído que hacen aquí los nuestros y
que entrenan concienzudamente, que no tiene nada que ver con la entrada de 30 o
40 policías disparando en un local lleno de rehenes. Para eso no hace falta
especialización. Y otra vez los que dicen que no hay que cuestionar nada se
lanzan como si comentar esto fuera un descrédito o insulto a los policías. A lo
mejor pronto aparece un sindicato policial francés diciendo esto mismo y más. Sobre
los rehenes muertos hay controversias; parece seguro que al menos dos de ellos
estaban muertos antes de iniciarse el asalto pero sobre otros dos, más cuatro
heridos graves, hay informaciones contradictorias, que se aclararán en próximos
días… o no.
Y digo que se aclararán o no porque he visto grandes homenajes a servicios de auxilio en un accidente como si
fueran héroes (los sanitarios, nosotros y todos los participantes) y luego he conocido la versión de las víctimas del accidente, que se quejan de que
pasaron muchos minutos entre el fuego, heridos, y que algunos murieron sin que los servicios llegaran con
la celeridad que se contó. Un desfase de casi media hora entre la "verdad oficial" y la verdad real, que era para revisar
todo el protocolo de actuación, pero por razones políticas se decidió en vez de realizar una valoración crítica para corregir los errores y que no vuelvan a repetirse, mentir, como tantas veces, y convertir un fiasco en un éxito otorgando medallas
a los jefes que tenían el servicio mal organizado, en un acto pomposo a gusto de
los políticos, y a algunos trabajadores para que callaran y no denunciaran la
desvergüenza. Y también conozco casos de malas actuaciones policiales que hemos
protegido, como la de un compañero que se quedó paralizado en un atentado y se
parapetó tras un mostrador sin usar su arma mientras otro era acribillado. Y
todos hemos apoyado a ese compañero, y la condecoración concedida, y hemos
guardado prudente silencio sobre el particular, pero de ahí a considerar que su
actuación fue la correcta va un mundo. Si este comportamiento que cuento se
hubiese grabado podríamos justificar el comportamiento porque en esa situación
real, no en práctica simulada, nadie sabe cómo reaccionará si no ha pasado por
ello, pero lo que seguro no podríamos decir es que ocultarse tras el
mostrador mientras acribillan a tu compañero sea la forma correcta de actuar.
En la Policía se ha ido produciendo una involución en los últimos años,
lenta pero inexorable, como en la sociedad se han ido extendiendo las prácticas
corruptas. Cada día estoy más convencido que cuando se acabe el bipartidismo
corrupto imperante desde hace 30 años o el PSOE sea de verdad en el Gobierno un partido socialista que defienda
los valores que le son propios, en la Policía será imprescindible llevar a cabo
un proceso de formación y adaptación de prácticas policiales a la Constitución,
a los principios básicos de actuación de la ley 2/86, explicando a los policías
que los ciudadanos son detentadores de derechos inalienables salvo en los casos
y supuestos previstos en las leyes; que no se puede identificar por capricho a nadie (aunque eso ahora y desde hace años –el auge fue con gobiernos del PSOE
anterior- no es que se pueda hacer, es que si no lo haces el mando te acusa de
no cumplir con tu servicio); que no se puede disparar a un vulgar chorizo
durante una persecución en una vía concurrida o que no se puede mantener una
persecución de ese mismo vulgar chorizo en dirección contraria porque proteger
el derecho de la ciudadanía a no recibir un disparo o no colisionar de frente con
un coche que huye o con el nuestro es un valor superior al de hacer cumplir la
ley por el que perseguimos al delincuente. Algún día alguien dirá que el peor
asesino una vez detenido debe ser protegido y tratado con respeto a sus
derechos, o que denunciar a un compañero que se excede en el uso de la fuerza o
que es un corrupto es de buen profesional y callarse es no cumplir el mandato
legal, ni el juramento o promesa que hiciste al coger el uniforme, la placa y
el arma, que callar te convierte en un mal policía y denunciarlo en bueno. Y no al revés, como ahora.
Hay países en Europa donde el policía que identifica a un ciudadano le
entrega un justificante, y otros donde, para poder identificar en la calle, la
policía tiene que usar un instrumento legal realizando una declaración para
poder establecer controles en una zona, barrio o ciudad (en Alemania pasó en
fechas recientes). En España se exigen identificaciones masivas
y arbitrarias y se ha llegado, en una competencia entre una inspectora y un
oficial para ver quién realizaba más identificaciones, a acabar a las 5 de la
mañana en la estación de autobuses de la localidad pidiendo identificaciones a
los viajeros. Aquí se han rebasado todas las barreras en desprecio a los
derechos civiles de la ciudadanía, y la interpretación que se hace de la ley
1/92 despreciando la doctrina del Tribunal Supremo cabalga desbocada para mayor
gloria de unos mandos que deberían ser los primeros en reciclarse. Y está
resultando que allí donde se baja esa presión identificativa los delitos bajan
porque los coches están patrullando y previniendo y no perdiendo el tiempo en
identificaciones y trámites burocráticos. Se ha llegado a partir una pequeña “china”
de hachís para multar a cuatro jóvenes en vez de a uno (estadísticas), a pretender
sancionar a un señor que iba en moto, en Málaga, con una navaja en medio de un
manojo de espárragos, o a aconsejar a una empleada de un supermercado que a una
persona que intentaba robar por valor de 80€ le sumara efectos que no pensaba
robar para superar los 400€ y anotarse una detención el policía (miserable),
que actuaba. Y seguro que quienes hacen esto son minoría, no tengo dudas porque
hoy hace 35 años y 2 días que soy policía, pero quienes lo conocen y no lo
denuncian son cómplices por omisión, y quienes escudados en ese casposo
corporativismo los amparan y atacan a los que los denunciamos son tan
miserables y malos profesionales como los que lo hacen.
Y por último, como el asesinato el pasado día 2 de mi compañero Francisco Javier Ortega produjo
otro debate en twitter y facebook en el que se abogaba por medidas xenófobas
(yo parto de creer que España es sociológicamente franquista y que hay
fascistas por ignorancia, a lo que ha ayudado mucho la casta corrupta política y
empresarial que nos gobierna), aprovecho este escrito para insertar un artículo
de opinión de hoy que me parece lo mejor que se ha escrito sobre terrorismo
islamista, que en contra de lo que podemos creer, no nos viene en pateras o de
países de fuera sino que esos terroristas están entre nosotros, son españoles,
británicos, franceses y salen a matar fuera para regresar luego a Europa
convertidos en asesinos. http://t.co/yAtNisffFD
Salud y suerte.