jueves, marzo 12

HISTORIA DE UNA FUNDACIÓN

Hace unas semanas, para responder a los trolls que molestan a algunos vecinos de mi twitter, escribí sobre la vivienda del sindicato en Madrid y sobre el uso de vehículos por el sindicato y el pago de multas. Hoy voy a explicar qué pasa con la Fundación de Estudios de Seguridad y Policía, FESyPOL.

 En el año 2009 me reeligen por quinta vez secretario general del SUP. Digo entonces que es mi último mandato y lo repito siempre que viene al caso durante los dos años siguientes. En el año 2011, tratando con Javier Alonso, secretario de formación del SUP, y Pedro Pacheco, profesor en la universidad de Málaga, sobre la forma de garantizar una formación de calidad concertada con universidades, fue Pedro Pacheco quien propuso crear una fundación. Le di el visto bueno y quedaron Javier y él en hacerla. Redactaron el Acta fundacional que firmamos los tres exponiendo los motivos de la misma, sin que en ella constara ninguna vinculación con el SUP porque la idea, en principio, era más abierta, no solo para policías.  Después Javier hizo los estatutos. Cuando me los pasaron figuraba como presidente y comenté que no quería más cargos, que ya tenía bastante trabajo. Javier expuso que sabía que mi decisión de dejar la secretaria general era definitiva, que mi experiencia debía poder aprovecharse y que la fundación era el sitio adecuado, que era un cargo sin retribución desde el que se puede hacer una tarea necesaria, y que además, en los estatutos había establecido una relación privilegiada con el sindicato que beneficiaría al mismo. Pedro Pacheco abundó en que después de tantos años liberado sindical lo normal es que estuviera en un puesto protegido de los muchos enemigos hechos en la actividad sindical, (digo yo: algunos muy poderosos y casi todos corruptos y sin escrúpulos), y si además desde la fundación podía seguir ayudando al sindicato, mejor. Prueba de que mi tarea sindical ha sido muy desagradable para mucha gente es que, y lo repito muchas veces porque estoy orgulloso de ello, mis “medallas” profesionales son 47 querellas –tres todavía pendientes- y 11 expedientes disciplinarios, que son la mejor prueba de que he defendido a mis compañero/as de decisiones arbitrarias de mandos (alguno del SUP), de otros sindicatos (básicamente CEP y SPP), de políticos y medios de comunicación, son un espejo que molesta a quienes con el mismo tiempo de responsable sindical nunca han sido denunciados y no conocen lo que es una querella o un expediente, y sirve también para desmontar a los trolls anónimos y cobardes de las redes sociales, que son sicarios de la gente corrupta y mafiosa que los manda.

Los Estatutos de FESyPOL, efectivamente, recogen una especial relación de la Fundación con el SUP, estableciendo que el/la titular de la secretaria general era miembro de pleno derecho del patronato, además de otro miembro del mismo que sería nombrado por la comisión ejecutiva del SUP. Como Pedro Pacheco no quería estar en el órgano de dirección para seguir en sus tareas formativas y al concurrir en mi persona el cargo de secretario general del SUP y presidente de la Fundación, los dos miembros que formamos parte de la naciente Fundación decidimos nombrar a la entonces vicesecretaria general del sindicato, Mónica Gracia, como miembro del patronato y tesorera, quedando constituido el patronato por Javier Alonso como secretario, Gracia Sánchez como tesorera y yo como presidente, y se nombra a Pedro Pacheco como director académico de la Fundación.

Una fundación debe depositar 7.500€ para constituirse; como en los estatutos se fijaba que el/la titular de la secretaria general del SUP ocupaba un puesto, y un miembro nombrado por la ejecutiva del sindicato otro, estableciéndose una relación de colaboración (que no de pertenencia de la Fundación al sindicato porque la ley exige patronos independientes que actúen solo en beneficio de la fundación sin atender a otros criterios), presumiéndose que iba ser el principal beneficiario de su actividad el sindicato adelantó dicha cantidad. Corría el año 2011. Y la presunción sobre el beneficiario se vio cumplida con creces.

La Fundación colaboró con el sindicato poniendo al día el pago a los profesores de sus cursos (hasta entonces se abonaban las clases sin descuento de IRPF), elaborando cursos propios, sin prisa pero sin pausa, y así funcionó perfectamente hasta el año 2014. En los años 2012 y 2013 la Fundación alcanzó un acuerdo con otra fundación (de Seguridad Ciudadana, que dirige José Luís Moran) para el curso de ascenso a oficial concertado entre dicha fundación y la UNED. Por este acuerdo FESyPOL NO ingresó porcentaje ni ganancia alguna y el sindicato SÍ ingresó en 2013 y 2014 más de 70.000€ limpios de polvo y paja. Por su parte, los 7.500€ que depositó el SUP también le fueron reintegrados y los gastos, dietas, salario… de los dos miembros del patronato que llevaban la fundación en ese periodo de 2011-2013, según consta en las cuentas depositadas en el Ministerio de Cultura, fue de cero €, (0), por el presidente que suscribe, y de poco más de 100€ del secretario, Javier Alonso, por algunos desplazamientos a universidades. La tesorera, Mónica Gracia, las pocas veces que estuvo en reuniones siempre abandonaba las mismas al poco tiempo, o simplemente decía (incluso habiéndose desplazado Pedro Pacheco desde Málaga a Madrid para la reunión) que no tenía tiempo. Y nunca cumplió las funciones de tesorería aunque el control financiero y plan contable le fue encomendado a la empresa Dexeus, con la que trabaja la secretaría de finanzas del sindicato, y al haber como gasto únicamente el pago de profesores este incumplimiento de sus obligaciones no fue obstáculo para el trabajo de la fundación.

Pero tras la Asamblea Nacional de 2014 las cosas cambiaron. En dicha asamblea se cuestionó por un miembro el hecho de que la presidencia de la fundación fuera vitalicia (es habitual en ese tipo de fundaciones, había sido copiado así de otros varios estatutos de fundaciones, y estaban expuestos los mismos en la web), y lo hizo con un discurso escrito, aunque dicen que no se sabía por nadie que se iba a hablar de eso en el orden del Día. Por cierto, el miembro de la asamblea nacional que llamó la atención sobre ese extremo señalando que estaba preparado, secretario general del SUP en Jaén Jaime Torres, fue suspendido poco después durante dos años en un expediente kafkiano que lo expulsó del sindicato. Al día siguiente de la asamblea nacional la secretaria general me dijo que debía dimitir de FESyPOL alegando lo comentado en la asamblea nacional y le dije que lo pensaría. Consulté con amigos de confianza (no solo con Javier y Pedro sino con otros distintos miembros de la Organización) y la opinión fue unánime: no hay ninguna razón para que lo hagas. Como quiera que insistía la señora Gracia Sánchez como si le fuera la vida en ello, convoqué un patronato, que se celebró en su despacho, al que asistimos los tres patronos (ella tesorera, Javier secretario, y yo presidente), y como invitado Pedro Pacheco. La tesorera propuso mi dimisión o relevo, que no aceptamos los dos restantes miembros del patronato, y propuso a un miembro de la CEN para ocupar otro puesto del patronato (no el reservado para nombramiento de la dirección del SUP sino otro que nombran los patronos) puesto para el que yo propuse a José María Benito. Para impedir que la secretaria general del sindicato perdiera dos votaciones consecutivas dejamos en suspenso esta votación para una próxima reunión. Pedro Pacheco, aunque no votaba, explicó que en las fundaciones no puede haber esos cambios bruscos que afecten a la gestión y debería separarse de la dinámica sindical. Esa reunión fue grabada íntegramente con conocimiento de todos los presentes, con grabadora sobre la mesa.

Tras este pleno del patronato de julio de 2014 la señora Gracia Sánchez emitió un escrito a la organización hablando de posibles irregularidades y se refirió a la crítica en la asamblea nacional (que fue sobre la condición de vitalicia de la presidencia), dando a entender que en la asamblea se expusieron irregularidades económicas que justificaban su petición de relevo, y también dirigió escrito al Ministerio de Cultura diciendo que ella era la tesorera y que nunca había visto las cuentas, ni sabía nada del dinero, que no firmaba las actas, etc. El que suscribe remitió escrito a las comisiones ejecutivas del SUP contando la verdad y desmintiendo las mentiras de su secretaria general. En esta situación se decidió convocar una nueva reunión del patronato poco tiempo después, al que fueron invitados el gerente de la empresa Dexeus con todas las facturas de gastos de los años 2011 a 2013 (las cuentas consolidadas en el Ministerio hasta hoy, las de 2014 se presentarán antes del 30 de junio como dispone la ley), además de Pedro Pacheco y José María Benito, siendo citada mediante burofax la tesorera, que decidió no acudir a la reunión disculpando su asistencia mediante escrito. No parece que tuviera interés en ver las facturas y controlar los gastos donde según ella había irregularidades. En el escrito que remitimos a las comisiones ejecutivas del SUP en respuesta al suyo insinuando irregularidades les decíamos que podían encargar una auditoria de las cuentas de la fundación (siempre que la pagara ella o el sindicato), pero nunca hubo respuesta y es lógico, porque con esa auditoria iba a descubrir su mentira, como no hubo respuesta a la petición de difusión de la grabación de la asamblea nacional de 2014, organizada con trampa, con asistentes que no deberían estar allí y que además hicieron uso de la palabra estando a sueldo de la dirección nacional, por lo que la señora dice que solo la entregará en sede judicial. Trampa, mentira, manipulación, tergiversación, falsedades tóxicas dejadas caer en oídos proclives a dejarse engañar por aquello de no discrepar de quien tiene el poder del sindicato en ese momento aunque no pueda demostrar nada de lo que dice y sí se puede demostrar que la secretaria general miente, y que la contabilidad de FESyPOL es infinitamente más transparente que la del SUP, porque entre otras cosas nadie cobra 1.200€/mes como salario fijo para comprarse una vivienda como es su caso.

El SUP y FESyPOL no tenían firmado concierto alguno porque el acuerdo de funcionamiento figuraba en los estatutos; el acuerdo tácito consistía en que el SUP difundía los cursos de la fundación y sus afiliados se beneficiaban de un importante descuento. Cuando se produjo la crisis de junio de 2014 se había iniciado el curso on-line de preparación de ascenso a la escala ejecutiva, con la tutela de la universidad de Valladolid, que ha concluido a primeros de marzo y que no se ha visto afectado, recibiendo los profesores del SUP (uno de ellos nuevo secretario de formación tras la dimisión de Javier Alonso en septiembre de 2014) los emolumentos correspondientes a su tarea. En septiembre de 2014 FESyPOL inició el III curso de director de seguridad y el SUP no solo no lo difundió sino que lo boicoteó, difundiendo acuerdos con otros organismos para impartir ese mismo curso. Aun así el curso se lleva a cabo –sigue impartiéndose- y a los afiliados del SUP se les ha hecho el mismo descuento que si el SUP hubiese cumplido su parte.

El SUP ha decidido romper unilateralmente con la fundación por un capricho de quien lo dirige (capricho que le cuesta caro al SUP), que es también tesorera de la fundación y tiene un puesto reservado en el patronato como secretaria general del SUP, y por ello la fundación está libre de compromiso con ese sindicato.

En esta situación la fundación está abierta a suscribir acuerdos con cualquier sindicato, asociación, empresa u organismo, que quiere garantizar a sus afiliados, socios o empleados un precio menor en los cursos On-line que se imparten y que como se ha citado antes, no son específicamente para policías nacionales sino que sirven para adquirir conocimientos generales sobre seguridad también a guardias civiles, policías locales, vigilantes jurados, de seguridad, bomberos, personal de protección civil, etc.

No hay ni un solo argumento racional que pueda exponer el sindicato para hacer lo que ha hecho. Desde el cargo de tesorera que ocupa su secretaria general podía haber solicitado las facturas y datos que quisiera si de verdad tenía dudas sobre las finanzas de FESyPOL, pero no lo hizo porque no las tenía y sus dudas al respecto eran inversamente proporcionales a su intención de mentir, enfangar, ensuciar la actividad honrada que se ha desarrollado, para impedir la discrepancia razonada y convertir el debate en una zahúrda, en la infamia, la mentira, la difamación, donde parece que se desenvuelve con mucha soltura. Si decide hacer la auditoria, porque todavía no he propuesto yo su cese y sigue siendo tesorera, comprobará que su actual secretario de Formación es uno de los varios miembros del CNP que perciben retribuciones por las clases que imparten, abonadas legalmente con la retención correspondiente, y que son los únicos gastos que se han ocasionado a la Fundación, la de los profesores, y que ni yo ni el secretario Javier Alonso hemos impartido clases cuando podíamos haberlo hecho. Pero eso sería desenmascarar sus mentiras.

Tras su desvinculación del SUP (por incumplimiento y decisión del sindicato) la fundación ha suscrito ya un acuerdo con UFP, que a cambio de difundir la impartición de los cursos (lo que hoy es gratis dado las tecnologías existentes), consigue una reducción importante del precio de los mismos para sus afiliados. Y se tiene acuerdo verbal que pronto será escrito con otros sindicatos y organizaciones de distintos ámbitos que han manifestado su intención de suscribirlos para abaratar el precio que sus afiliados deban pagar por realizar alguno de los cursos que se impartirán en la plataforma On-line de FESyPOL. Cualquier afiliado del SUP que quiera en el futuro realizar algún curso de FESyPOL abonará un precio superior al de un afiliado de UFP, y de otras organizaciones que en el futuro suscriban el acuerdo, y será así por decisión de la dirección nacional, encerrada en sus odios ancestrales contra esta fundación y contra otras organizaciones que no viene al caso citar aquí.


En su asamblea nacional de primeros de marzo (a la que por cierto no citaron a los miembros del patronato de FESyPOL y vocales del Consejo de Policía Javier Alonso y el que suscribe, hasta 48 horas antes de celebrarse y sin remitir más datos que el Orden del Día), la dirección nacional planteó crear una fundación propiedad del SUP, razón por la que el patronato de FESyPOL decidirá en su próxima reunión respecto a si hay o no incompatibilidad de la tesorera con la nueva fundación. Deseamos que esa nueva fundación pueda presentar las mismas cuentas que nosotros y que quienes la dirigen puedan exponer que en tres años han cargado 0 gastos de funcionamiento, CERO, han conseguido unos ingresos de más de 70.000€ (que fueron íntegramente al SUP, más los 7.500€ invertidos en su creación) y disponer hoy, tras invertir en crear una nueva plataforma de cursos On-line, de más de 20.000€ de fondos, fruto de trabajo riguroso, buena gestión y, entre otras cosas, porque no hay nadie que cobre un salario en el patronato. Seguro que no podrán hacerlo.