LUTHER KING Y LA DIADA
Hay comparaciones odiosas y esta es una de ellas. De la
misma manera que los terroristas de ETA y sus cómplices han tratado siempre de
equiparar sus actividades ilegales con las de las fuerzas de seguridad,
amparadas por el mandato de legalidad y legitimidad que supone actuar en
cumplimiento de la ley y cumpliendo órdenes de los políticos elegidos por la
ciudadanía, Mas pretende equiparar un sentimiento separatista, excluyente, de
personas cuyo nivel de vida es más alto y con mayor calidad de vida que
pretende separarse de los que tienen menos para así vivir mejor, con la lucha
desarrollada en Estados Unidos por un movimiento que pretendía acabar con la
esclavitud y alcanzar la igualdad entre negros y blancos.
España es una nación de las más antiguas de Europa. Ha
vivido guerras, ha dejado de ser un imperio, ha traicionado a ciudadanos saharauis
en África huyendo cobardemente, ha abandonado a destiempo un territorio que era
español, ha sido gobernada por sátrapas, por gente sabia y por dictadores y ha
sobrevivido. Y en su historia Cataluña y los catalanes han sido muchas veces un
elemento de enriquecimiento de la nación española y pocas, de confrontación.
Tras la salida del túnel de la dictadura y con la crisis económica mundial que
azota a medio mundo desde 2008 parece que toca vivir un periodo histórico de
confrontación.
España es una gran nación que tras unos años de avance
social y progreso está arrinconada por la corrupción, por las malas artes de la
mayoría de sus dirigentes, por un gasto desorbitado y un despotismo en el gasto
del dinero de todos para vivir como nuevos ricos con los impuestos de la
ciudadanía, como si la democracia permitiera esos comportamientos de virreyes.
Que sea ahora cuando Cataluña plantee su secesión y la ruptura del Estado
español merece los más severos reproches, pero su estrategia es errónea porque si
hay una clase política que no puede dar clases a las de otros territorios es la
catalana; desde que el alcalde de Barcelona Pasqual Maragall señaló en el
congreso las “mordidas” del 3% todos supimos que era una práctica mafiosa
habitual en dicho territorio. Que el expresidente de la Generalitat tenga
varios de sus hijos millonarios sin haber heredado ni tenido nunca más negocios
que los realizados a la sombra del cargo político de su padre y ahora, por fin,
investigados por la justicia, aclaran bien las intenciones de políticos
nacionalistas que han decidido cruzar la línea roja que separa dicho
planteamiento del abiertamente independentista.
Los documentos del padre del actual presidente, Artur
Mas, con más de un millón de euros ilegalmente fuera de España, que legalizó en
parte por prescripción y que en buena lógica debió heredar su hijo y actual
presidente de Cataluña, califican a una clase política que parece querer un
estado propio porque, además de sentimientos nobles patrióticos que puedan
tener, están sin duda en una encrucijada ante la justicia. Comparar lo suyo con un movimiento que quería
igualdad y derechos para todos es una infamia política propia de un país donde
la política está corrompida.