miércoles, agosto 5

COMO TERRORISTAS

Esta noticia de 1990 supuso la desarticulación del movimiento sindical clandestino, SUGC, en la Guardia Civil. Asistí a varias reuniones con José María Baz Bonilla, José Morata, José Piñeiro, y otros varios dirigentes y también visité a varios de ellos en prisiones militares. Y hasta presté mi DNI a Alejandro Álvarez Borja, que también estuvo detenido y en prisión para que una vez en libertad pudiera entrar a visitar a otros compañeros, y lo hizo sin problemas. 

Especialmente recuerdo la visita a Baz Bonilla a la prisión militar de Figueras, un día de perros con lluvia, viento y mucho frío, con su esposa y su hijo de 7 años, y al niño preguntando qué hacía su padre en una cárcel si su papá era bueno. 

A la vuelta a Madrid remití una carta al PSOE con copia al ministro de Interior causando baja en el partido y exponiendo que mi militancia era para abrir las puertas de las cárceles a los demócratas y no para encerrarlos, entre algún otro comentario y hasta insulto calificándolos de socialistos, fascistas y corruptos. Luego, el GAL, Luis Roldán, Fondos Reservados... me darían la razón. Corcuera respondió como solo él sabía, abriéndome cinco exptes. disciplinarios y su asesor, Jesús Armendáriz, amenazándome con expulsarme de la Policía. Fueron tiempos complicados pero en los que se aprende mucho de la política y de la condición humana, enseñanzas que nunca se olvidan. 

El topo de la Guardia Civil, Velázquez, fue recompensado por el trabajo hecho porque lo hizo bien, y estuvo en la mayoría de las reuniones que tuvimos con ellos, alguna en iglesias donde el párroco nos acogía para garantizar que no iban a detenernos pero donde siempre estaba el topo. Era, como todos los topos, el más lanzado, el que quería convocar una asamblea de todos los dirigentes y un par de veces discutí con él por eso, pensando simplemente que no era consciente de donde estaba, aunque luego resultó que sí lo era y que quería tener a todos los dirigentes juntos para dar un golpe mayor. No fue necesario. Pero esa lucha no ha acabado. Los corruptos que permitieron a Pujol robar, al Rey hacer lo que hizo, que robaron fondos reservados para combatir al terrorismo y abrieron la etapa de corrupción  que hoy continua, llegando a reducir en el Código Penal de 1995 el plazo de prescripción del delito de encubrimiento de 5 a 3 años para proteger a Felipe González del GAL, ganaron una batalla y dejaron muchas víctimas pero no nos hemos rendido. Esa rebaja de prescripción del delito de encubrimiento dejó en libertad a un cómplice en los asesinatos de Rocío Wannikof y Sonia Carabantes al que se identificó y detuvo transcurridos 4 años. Sin esa reforma para proteger a la "X" del GAL el cómplice estaría en prisión todavía, pero quedó en libertad. Hechos de un tiempo oscuro que ha señalado el camino de las prácticas corruptas y de políticos sin escrúpulos hasta nuestros días y contra los que hay que seguir dando batalla sin rendirse, porque si nos rendimos ese día el futuro de la sociedad democrática que pretendimos y las esperanzas de nuestros hijos y nietos estarán sepultadas para siempre.


http://elpais.com/diario/1990/05/24/espana/643500001_850215.html

El primer comentario a este escrito en Facebook es el siguiente:

Borja Alvarez Alejandro Buenos días, mi querido amigo y compañero J Manuel, han pasado muchos días y años y no has olvidado ni un punto ni una coma, efectivamente todos conocíamos al topo Vázquez, si lee esto quiero que sepa que le sigo teniendo el mismo desprecio que cuando lo conocí la segunda vez, pues se presentó de periodista y no se acordaba que compartimos destino en una unidad, tengo tres nietos en una edad que preguntan y quieren saber, estoy explicándoles el por que su abuelo Alejandro entro en la cárcel por luchar por derechos fundamentales para los guardias civiles. 
Un gran abrazo y gracias por recordar estos hechos.