domingo, agosto 2

El Rey emérito

Esta mañana un compañero ya jubilado y vecino de Facebook publicó en su muro una reflexión sobre Monarquía o República que no me movió a escribir hasta que en un comentario posterior alguien dijo que la República en España es una pocilga. Entonces escribí lo que inserto a continuación:

Cuando la historia de nuestro Rey Juan Carlos I se escriba los españoles vamos a tener una profunda depresión. Un heredero que en un accidente mata a su hermano justo cuando su padre se da cuenta de que lo traiciona al ponerse al lado del dictador y amenaza con desheredarlo de los derechos legítimos y concederlos a ese hermano. Un accidente. Un rey nombrado por un dictador que traiciona a su padre, legítimo heredero de la dinastía Monárquica. Un jefe de Estado que va a su territorio en África, Sidi Ifni, y compromete que el ejército los defenderá para abandonarlos unos días después. Decenas de miles de españoles fueron masacrados, torturados, asesinados sin que parezca que exista ese capítulo de la historia. 

Lo del 23F remito a los enlaces que enlazo a continuación.


Un rey que llega sin un duro y hoy tiene una fortuna incalculable porque es opaca, forjada al calor de Manuel Prado y Colon de Carvajal, Javier de la Rosa y los Albertos, Cortina y Alcocer; que no ha dicho todavía qué  hizo con la pequeña herencia que le dejaron y tenía en Suiza. Un rey del que se insinuó tenía relaciones con la menor Sandra Mozarowsky cuando esta murió con 17 años en 1977 al caer de su terraza regando unas macetas y al parecer embarazada. Desde luego este no es un ejemplo de Monarquía y ha decidido muchas más cosas de las convenientes. Una pocilga ha sido el mandato de Juan Carlos I. Y si ahora la Monarquía parece algo más decente es porque tenemos una reina que abortó, separada y de izquierdas, no de sangre azul sino representante de la clase media española, y un rey con muchos amigos, que ya los tuvo siempre, aunque no como el de Marruecos, Mohamed VI, que acabó con el harem de mujeres de su padre y está más tiempo en su barco rodeado de sus amigos que dirigiendo la nación o con su familia. 


Los medios de comunicación en España y el servicio secreto, dedicado básicamente a proteger al Rey, hacen que exista una realidad desvirtuada de una persona cuyo comportamiento no tuvo nada de ejemplar con cacerías, orgías, borracheras, comisiones y mujeres a todo tren. Y un hecho que definió, para mal, al actual Rey, su hijo, aunque es infinitamente mejor que su padre: que la Policía visitara domicilios en Madrid pidiendo a personas que tenían colgado en su balcón la bandera republicana que la quitaran no pasa en ninguna democracia medio digna. Nada, ni su acceso al trono justifica esa medida contra los derechos civiles y las libertades de la ciudadanía. Y aquí pasó. Ir la Policía a tu casa a pedirte que quites una bandera que simboliza tus ideas nos coloca al nivel de la Alemania de Hitler o de la Corea de Pol Pot. Yo, republicano, y si el actual rey se presentara a Pte. de la República igual hasta lo votaba. Saludos.

La polémica ha seguido después con un comentario de un señor que dice que mi comentario está cargado de odio y respondí lo siguiente:

Yo no trato de llenar de gloria a la República porque ni la República ni la Monarquia son buenas o malas por si mismas sino por la estructura de los controles, la transparencia y la cultura democrática de la sociedad. Rafael, hay que usar las palabras con propiedad y repites dos veces la palabra odio, que debe formar parte de tu vocabulario porque del mío está desterrada. Hay gente buena y mala entre los monárquicos, los republicanos, de izquierda o derecha, así que el simplismo de decir si alguien es bueno o malo por las ideas políticas o si la Monarquía o República es buena o mala "per sé" forma parte de la ignorancia con la que se debate en este pueblo. Esto es como los que dicen que quienes quieren desenterrar a sus abuelos o padres de las cunetas (pues somos el segundo país del mundo tras Camboya con más desaparecidos, más de 100.000) están movidos por el odio. ¿Qué cojones le importa a nadie si el Estado ayuda a familiares a recuperar los cuerpos de sus padres abuelos o familiares? ¿Donde está el odio, en los que buscan los restos de sus familiares muertos o en los que se oponen a ello? Eso es para mi la mayor manifestación de odio, sectarismo y fascismo por ignorancia que pueda haber, y sin embargo son los que viven llenos  de odio los que acusan a otros de tenerlo, cuando éstos están movidos por un fin moralmente digno. El odio solo está en tus neuronas Rafael, no en mis comentarios.

Como parecía haber alguna duda respecto a cómo se transfieren los derechos dínásticos expuse: 

Y aclaro que los derechos dinásticos a la Corona como Rey de España eran de D. Juan de Borbón, padre de Juan Carlos I y que Franco lo deja como jefe del Estado pero los derechos legítimos como Rey solo podía transmitirlos el legítimo heredero, D. Juan de Borbón. Que el dictador en la Ley de transmisión de la jefatura del Estado señalara que es a título de Rey fue un órdago que salió bien porque el hermano de Juan Carlos ya había muerto, hecho que ocurrió cuando su padre había amenazado con nombrarlo heredero en lugar de Juan Carlos. El Rey es heredero legítimo no desde la ley de Franco sino porque su padre D. Juan de Borbón cedió sus derechos dinásticos en su hijo el 14 de mayo de 1977 a las 13,40 horas en una humilde ceremonia. Eso es lo que dio legitimidad como Rey a Juan Carlos I y no el nombramiento de Franco y las cortes franquistas que ni uno ni la otra tenían esa capacidad.

Y por ultimo, de momento, como parece que opinar distinto es suficiente para que quien solo quiere su verdad considere que lo manifestado es una barbaridad he escrito:

No hay ni una sola mentira, ergo, si son barbaridades es que se cometieron. Lo políticamente correcto en esta democracia corrupta en que vivimos desde hace 37 años es pura hipocresía y mentiras que se pueden creer, pero no califique Vd. lo que yo digo porque para mi es una barbaridad que una persona que sepa leer y escribir haya sido engañada o se haya dejado engañar.  Dígame Vd. qué de lo dicho es falso. La barbaridad es creer la versión oficial y mentirosa simplemente porque es la que quiere la Casta política. Hubo un tiempo en la sociedad, antes del nacimiento de los Estados en que las leyes eran la voluntad de los señores feudales, que tenían completo control sobre la vida y hacienda de sus esclavos, o siervos que incluía el derecho de pernada sobre las mujeres, siendo una situación aceptada así por la gente, por el pueblo. Barbaridad es estar ciego y negar lo que toda persona medianamente informada debería conocer. Y solo tiene Vd. que colocar en Google algunas de las palabras adecuadas para recibir información diversa sobre todos y cada uno de los asuntos que he citado, y no digo ya si lee algunos libros que se han escrito sobre alguno de esos casos. Y quien ha usado la palabra odio es Vd. no yo, que no odio a nadie como queda claro ante cualquier lectura imparcial de mi opinión. Otra cosa es quienes odian a los que opinan distinto o contra la verdad oficial y etiquetan como de odio o venganza cualquier opinión discrepante. No es mi caso. un saludo.