domingo, agosto 23

Fernando Simón

 

Fernando Simón es hijo del director del manicomio de Zaragoza del mismo nombre. Se licenció en Medicina, pero no es doctor. Tampoco acabó el MIR.

Con Médicos Mundi, cobrando, fue a trabajar a Burundi. Su mujer es Cristina María Romay-Barja de Quiroga, sobrina de José Manuel Romay Becaria, histórico dirigente de AP y el PP, ministro de Sanidad con Franco y con el PP entre 1996 y 2000. Siendo ministra de Salud Ana Pastor, Fernando Simón fue encargado de crear la Unidad de Alertas y Emergencias Sanitarias. En 2012, mientras se creaba esto, Romay Becaría era nombrado presidente del Consejo de Estado. Con Rajoy en el Gobierno Simón fue ascendido a director del Centro de Emergencias Sanitarias, y su mujer, contratada por el Instituto Carlos III, siendo ministra de sanidad Ana Mato. Con la crisis del Ébola y el sacrificio del perro Excalibur la izquierda llevó a cabo numerosos actos de protesta y 24 manifestaciones. Existe videoteca sobre las exigencias de Pedro Sánchez a Rajoy por esa pandemia sin control que no trajo ni un solo muerto a España. Nada que ver con la brillante gestión de su gobierno y Simón con el coronavirus, con 50.000 muertos.

Justifica el Gobierno que a Fernando Simón lo nombró un gobierno del PP y que su especialidad es epidemiólogo. No existe un libro, un estudio, una investigación, un simple informe o trabajo sobre epidemiología publicado de Fernando Simón, que, con sus cuatro hermanos, estudió en el colegio Montearagón del Opus Dei en Zaragoza.

Simón fue quien dijo que el contagio si llegaba a España sería de poca intensidad. Sigue al frente del Centro de Alertas y Emergencias 50.000 muertos después y el pensamiento único talibán trata de convertirle en un icono, un referente social de buena gestión como muro de defensa de la desidia del gobierno. Ahora anuncian que se acaba el Remdesivir, medicamento más eficaz, del que el ministro Illa dijo que hay suficientes reservas. Otro ídolo creado con propaganda para dificultar críticas al Gobierno.

Cuando en febrero el responsable del servicio de Riesgos Laborales de la Policía Nacional, José Antonio Nieto, planteó el uso de mascarillas por policías en aeropuertos fue la subordinada inmediata de Simón quien se opuso, alegando que era crear una alarma excesiva e innecesaria. Poco después Nieto, doctor con casi 40 años de servicio y experto en riesgos laborales fue cesado en su puesto. La Policía, como siempre, obediente a caprichos políticos, aunque dañe la seguridad y la vida de la gente. Muchos galones para tan pocos cojones, que dice un amigo.

Simón es una piriñaca de los que está llena la historia de España y solo nos han traído desgracias a la sociedad. La suma de Simón y los bolcheviques podemitas, a lomos de la ambición sin escrúpulos de Pedro Sánchez no puede depararnos nada bueno.