miércoles, julio 22

Noticiero En Libertad. 22 de julio de 2020


OPERACIÓN RESCATE DE LA UNIÓN EUROPEA

Salvavidas temporal. El acuerdo de los 27 de la UE para repartir 750.000 millones emitiendo deuda mancomunada es un hito histórico. Hasta ahora la mayoría de países, empezando por Alemania, se negaban a ello. Esta crisis económica es tan profunda que no solo afectará negativamente a unos países, como España o Italia, sino que su caída afectaría gravemente a los demás países europeos por la bajada del mercado y el consumo. El Gobierno de España no ha ganado ninguna batalla, tampoco la ha perdido. De su primera petición de un billón y medio de euros para subvenciones el presupuesto se ha quedado en 750.000, repartidos en 390.000 a subsidios a fondo perdido y 360.000 a préstamo que hay que devolver, que en reparto ente todos los países a España nos llegan 72.700 en subvenciones y 67.300 en préstamos.

 No hay dinero sin condiciones. Si alguien se creyó que la UE iba a entregar a España ni a ningún otro país dinero sin control y sin devolución es que no está en esta sociedad. Las ayudas son condicionadas. Eso significa que los organismos de la UE revisarán las políticas y partidas de gasto de cada país y pueden plantear una revisión de las ayudas si no se cumplen las reformas acordadas. Eso impedirá a PSOE y UPodemos poder desarrollar su política económica de incremento del gasto y es lo mejor que nos puede pasar como país. Ahora viene el siguiente asunto: el presupuesto de España de 2021, que debe ser también aprobado por la Comisión Europea. No tendrán derecho a veto formal, pero si pueden bloquear las transferencias económicas.

La UE sale fortalecida. En cualquier caso, este acuerdo fortalece a la UE ante sus enemigos comerciales exteriores: EEUU, China, Rusia, Japón o Reino Unido. Alemania y Francia, ya sin la mosca cojonera del Reino Unido, llevan la dirección de la UE; si se hunden países como Italia o España se resiente su principal mercado de venta de productos, que es Europa. Italia y España, que con Portugal y Grecia forman el bloque del Sur, suman con Francia y Alemania más del 85% del PIB de la Unión y salen reforzados; Los países del Norte, los “frugales” (Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Austria y Finlandia) se han hecho notar y han conseguido la condicionalidad. Cualquier de ellos puede pedir que se suspenda una transferencia a cualquier país si no cumple el programa comprometido. Nada se ha dicho de sus sistemas fiscales evasores de impuestos (Países Bajos y Luxemburgo), asunto que deberían plantearse en el futuro por otros países en el marco de una normativa común (y de paso, que España se aplique el cuento y haga lo mismo en todo el territorio nacional). También hay que saber que la aportación a los fondos de la UE de los países del Norte y Alemania se reduce en 53.000 millones que deberán abonar los otros países. Esto le costará a España unos 6.000 millones, además, habrá recortes en otros programas que nos afectarán negativamente.

No todo es recibir. También hay que pagar. Habrá fuertes recortes en otras partidas presupuestarias de la UE que nos afectarán negativamente a España. El presupuesto del Pacto Verde Europeo, el Fondo para la Transición Justa para regiones dependientes del carbón que pasen a otras energías, se reduce de 30.000 a 10.000 millones (esto nos afecta poco). El fondo para incentivar inversión privada en empresas desaparece, y era de 26.000 millones. El presupuesto para Desarrollo Rural se reduce de 15.000 a 7.500 millones. El programa europeo de I+D (Horizonte) baja de 13.500 a 5.000 millones. ¿Recuerdan las movilizaciones rurales recientes? pues serán los peor parados. Si La propuesta del Consejo en febrero era reducir este presupuesto en 81.000 millones (el presupuesto para políticas agrarias de 2014-2020 fue de 410.300 millones a la PAC, política Agraria Común) ahora estudian un recorte muy superior que afectará a España, el segundo receptor de estos fondos tras Francia. El campo tiene un negro futuro. Los mercados exteriores se están imponiendo.

Sin reformas no hay dinero. El documento de acuerdo es de 74 páginas. Las decisiones se tomarán por los Estados miembros por mayoría cualificada sobre el plan de reformas de cada Gobierno y el dinero no se entregará en una sola partida sino según vayan cumpliendo los países una serie de objetivos preestablecidos para recibir las ayudas. O sea, la condicionalidad. El 70% de las partidas deben utilizarse en 2021 y 2022 y el 30% debe estar ligado a programas contra el cambio climático. La deuda contraída se devolverá entre 2027 y 2058 y ello implicará nuevos impuestos para todos y subida donde se pueda (España) del IVA. Habrá un nuevo impuesto europeo al uso de plástico desde 2021.  El “freno de emergencia” es un derecho de veto sobre la política económica si se incumplen los programas comprometidos. Existe también un plan de rescate de 540.000 millones en préstamos que nadie ha utilizado porque es endeudar más a las siguientes generaciones. Los que vivimos hoy y los que sigan vivos los próximos 50 años (dos generaciones) en España estarán pagando una pesada deuda porque la Casta política corrupta se ha creado un chiringuito de país a su medida y las de sus amiguetes. Recortarán pensiones y salarios, pero no los 100.000 millones anuales que nos cuestan ellos con su pompa y boato. ¿Hay pulso social para hacerles cambiar eso?  Y no es culpa de este Gobierno y quien lo diga, miente. Estos problemas comenzaron con la crisis del petróleo de la década de los 70, y después todos los gobiernos, UCD, PSOE, PP y este con Podemos han cometido el mismo error: mantener sus privilegios, los de la casta política corrupta parasitaria y no mirar más allá de su nariz y de su enriquecimiento y el de sus familias y amigos, despreciando la riqueza del país.

Condiciones de rescate. La condicionalidad es similar a la exigencia de un rescate. España debe enviar antes del 15 de octubre un plan de inversión y reformas a Bruselas, que debe basarse en sus recomendaciones de política económica que la UE dirige cada año los países que considera se desvían de la senda marcada, entre ellos desde hace muchos años España, a la que reclaman siempre, con este gobierno y con el anterior del PP, una reforma laboral (no la que dice Sánchez sino en sentido contrario), garantizar la sostenibilidad de las pensiones (o sea, reducirlas o ampliar la edad de acceso a la misma) un pacto educativo y la aplicación de la Ley de Unidad de Mercado frente a la atomización autonómica. El dinero se entregará por tramos cuando se hayan ejecutado las reformas comprometidas. El dinero que se recibe es el 11% del PIB español. Ahora además las Recomendaciones abordan fortalecer el sistema sanitario; plan de ajuste presupuestario a medio plazo; combatir la tasa de temporalidad laboral; garantizar más eficacia en las ayudas sociales (que no haya trampas de los perceptores ni en las concesiones); ahorro de energía contaminante para combatir el cambio climático; mejorar las políticas de I+D+i (hoy es la mitad de la media europea), y un impulso a las conexiones de mercancías por ferrocarril.

Subidas de impuestos, bajadas de pensiones y servicios. Se va a subir el IVA; se van a mantener aspectos de la reforma laboral perjudicial para los trabajadores. Se van a recortar las pensiones, que serán más bajas y se alcanzará más tarde. Pero este acuerdo es fundamental para la economía española. Esta crisis económica fruto de la pandemia no es responsabilidad de Pedro Sánchez y su Gobierno, como la crisis económica mundial de 2008 no fue culpa de Zapatero, por más que lo repitan los ignorantes y los políticos sectarios peperos. Ahora bien, que la gestión sea mejor o peor si lo es. Ningún gobierno que no elimine los gastos superfluos en estructuras estatales, amiguismos, coches oficiales, palacios, aviones, helicópteros, escoltas, pompa y boato, chiringuitos, fundaciones y mamandurrias podrá moralmente plantear políticas de recortes a la sociedad. Y quien lo haga, sea del color político que sea, conservador o socialista, debería tener las calles llenas de manifestantes y barricadas.

Si no cumples los compromisos, no cobras.  El acuerdo sí recoge una condición inapelable: aquellos que soliciten ayudas deberán diseñar planes que se ajusten a las recomendaciones de reforma de la Comisión Europea. Si no lo hacen o no cumplen, perderán los fondos. "La Comisión evaluará los planes de recuperación y resiliencia en un plazo de dos meses a partir de la sumisión. Los criterios de coherencia con las recomendaciones específicas de cada país, así como fortalecer el potencial de crecimiento, la creación de empleo y la resiliencia económica y social del Estado miembro necesitará la puntuación más alta de la evaluación." (...) "La evaluación positiva de las solicitudes de pago estará sujeta al cumplimiento satisfactorio de los hitos y objetivos relevantes."

PAISES BAJOS, EL NUEVO DEMONIO.  El presidente de Países Bajos (Holanda), Mark Rutte, va a trabajar en bicicleta o en su viejo coche. No tiene coche oficial para ese traslado. Vive en un apartamento de 142 metros que paga él. Sale a hacer su compra a los super y tiendas en su coche, con su dinero y sin escoltas. El “freno de mano” que ha defendido es contra España. Quiere evitar que se repita la “tragedia griega” y recuerda que Varoufakis y Podemos son lo mismo. Graduado en Historia, líder del partido liberal de centro derecha Partido Popular por la Libertad y la Democracia, soltero y sin hijos. El diario digital el Independiente nos cuenta que es el menor de 7 hermanos y que perdió a su madre durante la pandemia, mientras estaban en el confinamiento que él decretó. Se hizo famoso hace dos años en el parlamento europeo, cuando derramó un café que llevaba y no dejó que una limpiadora lo recogiera, sino que cogió la mopa y lo hizo él mismo, entre el aplauso del personal de limpieza. Es otra forma de entender la política, como un ciudadano corriente. Los políticos en España llevan 40 años riéndose y chuleando a la ciudadanía.