1/. ATAQUES A PERIODISTAS. Típico de
dictaduras bananeras como Venezuela, Bolivia o Nicaragua con sus dictadores
(Chavez antes, Maduro ahora, Evo Morales o Daniel Ortega), ya se ha implantado
en España gracias a Pablo Iglesias. Además de Iglesias, su pareja y ministra por
ello, Irene Montero, Monedero o Echenique han evidenciado lo que son y lo que
quieren para España: una dictadura donde solo sean respetados los que digan lo
que ellos quieren que digan. Los sindicatos de clase, callados, el PSOE, callado,
los partidos políticos (salvo PP, Cs y Vox), callados, las instituciones,
calladas. Las naciones se hunden no por el daño de quienes quieren destruirlas
sino por aquellos que no las defienden. Margarita Robles, Carmen Calvo y Laya han
salido a manifestar que dichas declaraciones no son del Gobierno sino de
Iglesias y han salvado los muebles.
2/. ABUSO. En el metro de Valencia, dos
vigilantes de seguridad detienen, colocando los grilletes, a un ciudadano
porque llevaba mal puesta la mascarilla. Es una detención ilegal tanto si la
hacen vigilantes como si la hace cualquier policía. Llevar la mascarilla mejor
o peor puesta no es un delito. En todo caso una infracción administrativa, una
multa, pero nunca una detención. Pero a los vigilantes les llegó también hace
muchos años la idea de que el principio de autoridad (que ellos tienen, aunque
no como agentes de la autoridad, sino en los cometidos específicos que cumplan
en una zona concreta a las órdenes de los responsables de la misma, son una
policía privada de quien les paga que solo pueden actuar en esa zona) está por
encima de los derechos civiles de la ciudadanía. Cambiar ese estado de cosas
que creen todas las policías, del Estado (Policía y Guardia Civil) autonómicas
y locales y que atenta contra una elemental prueba de identidad de las democracias
dignas de tal nombre no será fácil, si es que es posible.
3/. ASESINADO. El
antiguo secretario privado de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, Fabián Gutiérrez, fue
hallado muerto y enterrado y hay cuatro personas detenidas como autoras del
crimen. Gutiérrez era testigo protegido en la causa conocida como “los
cuadernos de la corrupción” que afecta a la vicepresidenta argentina. Es el
segundo crimen en el entorno de Cristina Fernández, siendo el primero el del
fiscal Alberto Nisman, mientras investigaba el posible encubrimiento del
atentado contra la asociación Mutua Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires
en 1994. En ese proceso acuso al gobierno de Irán y a tres expresidentes (Carlos Menem, Cristina
Fernández de Kirchner y Mauricio Macri, además de a otros
cargos y miembros de los servicios secretos) por complicidad en el atentado. El
fiscal apareció muerto de un disparo en la cabeza el 18 de enero de 2015 sin
que a fecha de hoy haya concluido la investigación. Siendo secretario de
Cristina Fernández acumuló una considerable fortuna creando diversas empresas y
negocios. Fue detenido en 2017 y se mostró dispuesto a declarar contra la
expresidenta y hoy vicepresidenta, señalando que de noche llegaban a la Casa
Rosada, sede de la presidencia argentina, bolsas y mochilas que en su opinión
iban llenas de dinero, aunque nunca llegó a ver los billetes. También señaló
que había bolsas con candado en los viajes en avión que la presidenta y su
marido realizaban a la Patagonia cada fin de semana, señalando además el lugar
donde los kirchner guardaban el dinero en su chalet de Calafate. Según las
primeras indagaciones, la víctima fue asesinado en su casa y trasladado en una
furgoneta al lugar donde fue enterrado. No sé por qué, me acordé del viaje del
Rey Juan Carlos I desde Emiratos Árabes a Suiza con un maletín con más de
millón y medio de euros, que por su condición diplomática pasó todas las
fronteras sin controles, y también me acordé de las maletas de Delcy Rodríguez,
la vicepresidenta venezolana que entró en Barajas cuando tenía prohibido el
acceso a todo el espacio Schengen. ¿Tendré que ir al psiquiatra porque mis
neuronas hacen asociaciones de ideas que no están permitidas en este sistema?
4/. NEPOTISMO CARADURA. El del Gobierno de
Pedro Sánchez es nepotismo, similar al de todos los gobiernos anteriores del PP
y del PSOE, y caradura la de Montilla, expresidente de la Generalitat y exmáximo
responsable del PSC (ese partido falsamente socialista que es nacionalista).
Montilla, junto con Pepe Blanco y un propio que cubre la cuota de Podemos, han
sido nombrados consejeros de Enagás. Montilla ha defendido hace dos días en el
parlamento catalán que mantendrá su Oficina de expresidente (cargo y gastos
vitalicios) desde la que trabajará para la empresa privada (esto no lo ha
dicho, pero es evidente). Cobrará un salario de 160.000 euros anuales y
mantener su Oficina, con tres empleados, tiene un coste de 400.000 euros al
año. El político presuntamente socialista ha dicho, como si fuera un gesto de
honor y decencia, que renunciará a su pensión pública, cosa que no tiene que
hacer porque cobrarla y percibir los 160.000 euros de salario en Enagás es
legalmente incompatible. ¿Hay que decir qué es más alta, si la pensión o el
salario? Vergüenza produce este sistema podrido y asco porque este elemento y
otros como él, se han aprovechado de las creencias nobles de socialdemócratas
que querían otro sistema donde estas cosas estuvieran prohibidas. Miserables
traidores al pueblo y a las ideas que dijeron defender. No son las ideas socialdemócratas
ni miles de socialistas decentes, son estas carroñas las que sobran en la
política y en el PSOE.
5/. IMPUESTOS.
Italia recorta 215 senadores y 115 diputados. Una ley
aprobada recientemente para adelgazar el coste de la administración, al mismo
tiempo que plantea una bajada de impuestos (como Alemania), para incentivar el
consumo interno como motor que les ayude a superar la crisis económica. En
España vamos en sentido contrario. Subida de impuestos y más pompa, boato,
enchufados, chiringuitos y mamandurrias; más estructuras, duplicidades y
decenas de miles de enchufados en organismos con grandes salarios que no
producen y son una pesada mochila para la economía española. En España nunca,
ningún político, ha predicado con el ejemplo. Los ajustes siempre se hacen
traspasando miseria y pobreza a los más pobres, incluso por aquellos que dicen
estar en política para defenderlos. Estos también se comportan como traidores
al pueblo y las ideas que dijeron defender.